Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
viernes, 4 de abril de 2014
Una carta encontrada en Mandril
Como si las mujeres que me gustan me irradiaran fortuna
hoy ha llegado otra carta
en la que se anuncian buenas noticias.
Ganas de que los sucesos acontezcan,
de la posibilidad imaginaria
de entregar y recibir los afectos
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