viernes, 29 de abril de 2016

Sobrevivir hasta el miércoles

Negociar con los dioses para sobrevivir hasta el miércoles,

para que el aire no escape al espacio exterior,
para que los rayos del cielo no me fulminen, inesperadamente,
para que los microoganismos hagan su vida al margen de mi cuerpo, y no me asusten al caer la noche,
susurrando a mi oído chistes de mal gusto.

No despeinarme ni torcerme el tobillo siquiera, si es que tuviera que caerme por las escaleras,
que ningún meteoro errante se desvíe de su curso celestial durante estos días,
que la tercera guerra mundial no declarada, finalice, o se suspenda temporalmente,


No vaya a llegar tarde a la cita con la chica desconocida.



 

El dios Trabajo tiene una tos muy fea

Se está muriendo.

Se nos va, el pobre, desintegrándose delante de nuestros ojos.

En las calles, ante las fábricas, en las oficinas,
las gentes se arrodillan y claman al cielo, pidiendo que vuelva,

y encienden velas e incienso, solicitando lo imposible.

Y a las puertas de la ciudad, siempre cerrada, ella espera.
La que no existe.





domingo, 24 de abril de 2016

El hombre que creció un centímetro

Cuando ya nada había que hacer salvo dejarme caer por el tobogán mortal,
crecí un centímetro.

Un solo centímetro.
El suficiente para superar aquel umbral,
donde a un lado caen los visibles y al otro los invisibles,

los que viven y los que han muerto,

Ese centímetro donde se despliegan las perspectivas.
El mundo, por ejemplo.
Ese centímetro donde las cosas suceden,
donde se precipita el atrevimiento,
donde aparecen los dulces.

Un centímetro es muy importante.

Significa tocarte o no tocarte,
levitar o morir aplastado contra el suelo.
Descubrir lo que se oculta tras el horizonte.

¡He crecido un centímetro!
Qué se aparten los gigantes.







sábado, 23 de abril de 2016

Lo que no dijeron del teletransporte

Descomponer el cuerpo en millones de átomos
y desplazarse en un instante a otra parte del mundo,
es viajar muy despacio.

Se llega antes caminando, aunque pasen diez años.

Porque llega tu cuerpo, muy deprisa, pero atrás se queda tu rostro.
Has dado la vuelta al mundo en un segundo, y no sabes quién eres.

Cuando te vuelvas a encontrar, si es que te encuentras, habrán pasado mil años.





viernes, 22 de abril de 2016

Una cúpula de metraquilato para el gran Mandril

Si un robot escribe las noticias del telediario, entonces es que son ciertas, aunque él, solo haga su trabajo.

Por ejemplo, que un gobierno ético de vecinas, construye bombas bactereológicas en la cocina, siempre a punto de estallar.

Así que se nos invita a huir, antes de que llegue la epidemia.
"Hay que precintar la ciudad" -Dicen desde gobierno central.
Qué una cúpula enorme de metraquilato, encierre el espíritu democrático.
Qué una membrana semipermeable, deje pasar el liberalismo, pero impida salir el aire,

para evitar todo contagio.
















jueves, 21 de abril de 2016

Lo bueno de morir un poco

Morir un poco mola
si al mismo tiempo puedo resucitar un poco.
Esto es, si de de repente, para mi asombro,
el paisaje se me despliega sin límites.

Confieso que cuando creía que estaba vivo,
desconocía la existencia de un mundo a mi espalda.
Intuía, si, que ocurrían cosas, resonancias, por ejemplo,
ecos apenas perceptibles.

A veces, flujos tremendos, imposibles, atravesaban mi cuerpo,
invisibles.
Yo pensaba que era efecto del café.

Morir un poco y resucitar,
no significa necesariamente arrastrar los pies por el mundo, espectralmente,
ni caer afectado por el mal de la impasibilidad de los ladrones de cuerpos.

Resucitar un poco es como descubrir nuevos tactos,
reconocer cosas que antes no existían.


miércoles, 20 de abril de 2016

Quiero escribir un poemario sobre la soledad,
titulado "Chicas Cibernéticas".

Allí podrían salir mujeres, pero también podrían ser robots.
Chicas atravesadas por la vida, por todo pequeño instante,
pero también, simples imágenes, escindidas de la realidad.

Extraordinarios sucesos, como pompas de jabón. 
Brillantes.
Instantes, que no cesan de repoblarse ante la mirada atónita, la mía.

Pero cuando voy a tocarlas, desaparecen.



martes, 19 de abril de 2016

Quizá me lleven al hotel donde los hombres, finalmente,
se convierten en langostas.
Allí, los músicos tocan melancolías,
y los desconocidos bailan una última oportunidad,

donde la atracción y la repulsión, no nos deja en paz.

Trato de aproximarme, aun a riesgo de perder mi identidad.
De romper la órbita y superponerme,
de atravesarte sin entrar colisión.

Eso, o entrar en el bosque como licántropo.
Eso,  o despedirme del mundo como langosta.






















lunes, 18 de abril de 2016

Sobre su nacimiento

Salario, creo, nació del huevo de una serpiente,
pero ella, que todavía no ha nacido, brotará de los dedos de los sensatos y los buenos.
Realistas.
Inventores de la democracia.

Ella abrirá los ojos en cualquier momento.
Probablemente tras un referendum o una reforma constitucional,
o simplemente por consenso o mayoría en el legislativo.
Quizá nazca en la asamblea, en el barrio,
tras una experiencia piloto municipal,

pero no sé cuando.

Quizá cuando me alcance la vejez. A demasiada distancia de mí.







domingo, 17 de abril de 2016

Sabía que esta noche moriría

Aunque sabía que esta noche iba a morir,
me entretuve despidiéndome uno a uno de todos los ácaros que repueblan el piso,
me afeité,
y anduve con la entropía y el desasosiego, a ratos,
aunque veces se ausenta tras una pequeña siesta de diez minutos.
Más tarde fui a comprar algo rico para el desayuno, por si acaso te quedabas esta noche,
tras mi muerte, velando mi cuerpo.

Fue en vano.
Y te invité a celebrar juntos, porque aburren los reproches.

Mi muerte era conveniente e inaplazable,
y sin embargo, sólo morí un poco.










Se acabaron los dulces

Por eso he estado inquieto  hoy,
entre que me faltaba el aire y la certeza de la llegada de la tragedia,
porque se acercaba el final de mi ración mensual de delicias.

Qué ricos estaban tus dulces, pero el desenlace estaba narrado hace tiempo.

Y ha llegado el final, ¿esta es la catarsis? Sabe amarga.

Algo de purificación, quizá el empezar lo nuevo,

o el reencuentro con el desasosiego.





sábado, 16 de abril de 2016

El espíritu de este tiempo

Somos millones, no podemos estar solos.

Quizá resulte que todo ocurra por una avioneta nocturna
que espolvorea de soledades la ciudad,
como si fueran diminutas partículas, que atraviesan nuestra piel y nuestros pechos.

No podemos estar solos, eso es imposible, somos demasiados,
a no ser que una fábrica de melancolía irradie mantos de soledad
que nos envuelve en las camas,

al despertar,
al caer la noche.

O quizá tan solo sea el espíritu de este tiempo. 










Tobogán

Debo estar cayendo.
La prueba es esta sensación que me atraviesa el pecho.

Por suerte, es probable que llegue pronto,
que no sea demasiada la distancia
ni la altura.

Esta vez ni tan siquiera me torceré el tobillo.

Y me apetece, es verdad, cuando llegue al suelo,
volver a subir, quizá por última vez.




Una cosas que me dije yo mismo ayer por la noche

Qué espero. Sin duda nada.

Entremedias  algunas cosas inservibles, por ejemplo
para evitar que el cielo se me caiga encima antes de tiempo.

Quizá no mucho más.





viernes, 15 de abril de 2016

Volveré al pasado durante algunos días

Volveré al pasado durante unos días como si fuera un turista.

Si, seré un turista.
Me faltará el aire.
Y aunque lo esté deseando, aunque sea necesario, no quiero resolver nada, a lo sumo un beso.
No quiero asesinar a nadie para que el futuro cambie, aunque sea preciso.
Solo quiero ir al pasado como un turista.

Con mi cámara de fotos, quizá pueda llevarme un trozo de memoria antes de que se nos muera.
Como fantasmas, han de reaparecer aquellos que se desintegraron delante de mis ojos
y pasaré el domingo comiendo fraternalmente con los muertos,
brindando por un futuro aunque sea doloroso.




miércoles, 13 de abril de 2016

¿Conocéis a alguien que no le guste el olor a tierra mojada?

Llueve para todos.

Y tú, te encuentras a tan solo un milímetro de mi boca.
Pensaba que estando tan cerca, esta noche vendrías a mi cama,
pero al parecer, no deseas las delicias.

Quizá seas uno de esos fantasmas, o el robot, que arrastra la cadena de la obsolescencia,
 o quizá, te guste para los Otros, el sabor amargo e infinito de la necesidad y la preocupación.





martes, 12 de abril de 2016

El hombre que monetarizó sus orgasmos

Cuando se encontraron la masturbación y el dinero,
le salieron sus primeros cinco euros por las orejas.

Se encerró en su cuarto.

y lo que un día fueron las delicias,
se convirtió en trabajo alienado.



lunes, 11 de abril de 2016

El hombre que siempre huía

Tenía siempre preparada una maleta por si acaso llegaba la policía secreta,
una sábana colgada del balcón,
un bigote postizo,
algo de dinero de bolsillo.

Para escapar de este mundo guardaba diez centímetros más de altura en el bolsillo,
un verbo fluido,
y un cerebro en conserva, por si las moscas.

Salir corriendo. No detenerse. No mirar atrás.

Y con las prisas, olvidaría el mapa de su destino.







domingo, 10 de abril de 2016

Bárbara

A pesar agitar los brazos delante tuya, nunca me viste.

Quizá porque un turbulento rio se interponía entre nosotros,
           ese, el de la vida,
el que me convertirá en ahogado algún día,
en cuarentagenario, cubierto de algas y barros, y pelo desenfado en tu orilla,
esperando las intermitencias de Saramago,

donde la muerte se enamoraba de un violonchelista.


Vivimos en la cuerdad floja



Hemos construido nuestras casas oscilantes sobre ella,
donde todo está sujeto con pinzas,

y hacemos equilibrios a todas horas, sin darnos cuenta.

Abajo está lleno de muertos, pero no los vemos.

Tormenta

La Tormenta tiene los ojos azules.

Se presenta en mi casa con el mismo gesto,
con las mismas palabras,
congelada en el tiempo.

Me mira siempre con esos ojos, como diciendo: existo,

pero en realidad, es como si no existiera.


Cris

Decir cualquier cosa.

Esperar con impaciencia tus palabras

-esas que ya conozco, sin letra alguna-

Las del silencio.

sábado, 9 de abril de 2016

Silenealba

Tienes nombre de flor, rostro humano,
pero en realidad eres una aplicación informática
dedicada a la captura de  pequeños licántropos solitarios,
partículas elementales que se agitan por el espacio cibernético.

Existía la posibilidad, minúscula,  de una colisión,
pero te has convertido en la durmiente,
la que se desvanece en los anaqueles infinitos de universos posibles.

jueves, 7 de abril de 2016

Licantropía y Nuestra Señora de La Renta Básica

Queremos volver a ser hombres,
dejar de dar vueltas en la noche,

detener el desplazamiento continuo hacia el margen,
desactivar el espíritu de este tiempo.

Tú,
que prometiste aparecerte ante todos, sin excepción,

podrías teñir lo oscuro de color tenue,
de tal manera,
que nuestras apariencias monstruosas
adquieran una certeza amable.


miércoles, 6 de abril de 2016

Sperain

Qué suerte haber conocido a una bicicletera que le gusta el vino,
las verdades y las películas de Buster Keaton,

pero podrías no ser de carne,
sino tan solo un trozo de ausencia
de combinaciones alfanuméricas,
un sistema binario constituida de ceros y unos.

Quizá eres un robot,

¿pero desde cuando los robots usan sombrero?


Podrías ser un robot, es cierto,

un robot sin dedos.

martes, 5 de abril de 2016

Una diminuta nota escrita durante trabajo forzado

Hay que fluir, es mejor, durante el trabajo forzado.

Para no sentir el horrible paso del tiempo,
quebrando mi hombros
y curvándome hacia la tierra.

Hay que embriagarse, me lo dijo Baudelaire.

Pero también podríamos escavar un túnel
por donde escapar algún día,

para ver como es el exterior de la caverna platónica.

O simplemente, dejar diminutas notas, pidiendo auxilio.



MDHJ16

Siempre me sorprenden las camisetas a rayas,
y tu llevas una en la foto.
La chupa te queda bien. Pareces uno de los Ramones.

Esos labios rojos, en relieve,
como queriendo salir del blanco cadavérico.
Me los imagino contando millones de historias,
haciendo formas con las palabras y soltándolas al aire.

Te escribo una carta ofreciéndome, pero jamás tendré respuestas.















lunes, 4 de abril de 2016

Primeros casos de licantropía: el espejo informa

Usted es Otro, pobre hombre,
y ya ni siquiera se acuerda.

Vaya preparando las maletas, que ya no es de este mundo.
Que ese pelo de la nariz y las orejas. Esas cejas.
Esa arruga dando vueltas alrededor de los ojos, surcando la frente,

eran pequeñas santidades.

Dese la vuelta y encamínese a la oscuridad, hacia la noctunidad del bosque.

Primeros casos de licantropía

Solo un paso para convertirme en Otro.

El paso de lo bello a lo feo,
de lo interesante a lo pintoresco,

de lo que antes era normal a estar cubierto de pelos.


Viejos argumentos contra ti

Dicen que llegarás con empobrecimiento general debajo del brazo,
con la miseria garantizada,

que las inteligencias se irán a surfear a Malibú.

Y sin embargo, lo más terrible que sucederá, es el fin de cárcel,

y el despliegue de millones de potencias dispuestas para la creatividad.



viernes, 1 de abril de 2016

Aprender a ver

Me temo que
si continúas encerrado en ese concepto de lo imposible,
acabarás quedándote ciego
y jamás verás a tu novia futura con toda claridad;

ella no es un estereotipo.

Si me permites, tengo unos ojos que te corresponden,
esto es, un serpenteante rio de pensamientos divergentes,
la tierra donde Mi señora será Nuestra Señora,
donde Los Otros, se habrán convertido en ti.

La Renta Universal e Incondicional como obra conceptual

De materia asombrosa,
resulta que la idea se transformó en cuerpo,

y por primera vez en el mundo, comenzó por fin a existir el arte.