miércoles, 30 de mayo de 2018

Hay que parar (9 de mayo de 2018)

Hay que parar. Hay que parar y elevarse.
Verme a unos metros sobre el suelo.

Ya que el frío se me aproxima y el tiempo se contrae,
al borde de la senda del cincuentagenario.

Todo lo que haga estará bien, que remedio,
ya que nada tiene sentido, pero ya que estoy metido en este lío de la existencia,
quizá deba rebuscar en los recuerdos,

contar los que otros no dijeron,

antes de que el tiempo se me estreche más
y me pase por encima.

Antes de que todo
sea finalmente

demasiado tarde.

lunes, 7 de mayo de 2018

Poema del siete de mayo

Dormido, pero con ganas
de caer en la tierra fértil del millón de libros,
de ser arrastrado por las poderosas fuerzas que palpitan en el interior del ser.
Una mujer por ejemplo.
O unas letras.
Será porque es vacaciones y el cuerpo se me dispara. 

La historia maravillosa que ponga el universo del revés.
La de un hombre que ha regresado del cielo.
Sí, del cielo, que ahora existe, de reglas muy estrictas.

Reglas que jamás nos han sido entregadas.

No es fácil entrar al cielo, ya os lo digo.

Y aquí, algunos de los mandamientos nunca dichos:

Decir que no, por ejemplo,
No al trabajo, que encadena.
No a la orden, por ejemplo, que rebaja.

Y sí a todas horas.

Ay.

Qué pocos espíritus hay en el cielo.
Pocos.

Pero es porque no lo sabíamos.