miércoles, 30 de marzo de 2016

Identidad



Solo me pasa que para concluirme necesito varias existencias.
Así que ya te lo digo,
mientras no arreglemos el asunto de la Nada,
acabaré dejando todo a medias.

Si te apetece contemplar el desastre, entonces, precipítame,
apártame de mis cosas,
llévame hacia tu aventura y entonces, descubrirás que he perdido algo,

como esos pobres hombres de la Invasión de ladrones de cuerpos .




Cosas del cambio climático

Con la caída del imperio invernal ocurrirían las  cosas,

que seres monstruosos y alados,
apostados en las ventanas vigilaban mis pasos,
y a pesar de todo, o precisamente por ello,
me atrevía,
aun a riesgo de ser fulminado,

que los noúmenos, que no se ven, se arremolinarían,

y que el azar, confabulado, conseguiría que se me cayeran las cosas de las manos.





martes, 29 de marzo de 2016

El hombre que decía siempre la verdad




Es un monstruo peludo de clavos sangrantes.

En cuanto le veo, me cambio de acera.


Es mejor huir de sus palabras ásperas, porque a fin de cuentas, yo no soy gran cosa
en esta carrera loca hacia la transcendencia,

así que me rodeo de hombres y mujeres asustados, aterrorizados de quedar expuestos, 
que buscan un territorio de arrullos a salvo del pánico.

A veces voy a las fiestas, y a mí también me tiemblan las manos con sólo verle,
con sólo sentir una palabra suya flotando en el aire.

Y cuando ya no hay remedio,
me acerco a besar sus labios cortantes y a rendirle pleitesía,

no vaya a decir las verdades,

a atravesarme el pecho,
a cortarme el cuello con una letra bien afilada.



El hombre transparente

 Hay un barquito a la deriva
en un río bermejo que circunvala mi cuerpo,
y unas letras atascadas para siempre en mi garganta,

que no pueden salir,
que se me amontonan en el alma.


lunes, 28 de marzo de 2016

Pensando en chicas cibernéticas

 Después de la película sobre Wilheim Reich,
 me entretengo imaginando a una chica cibernética, con dedos,
que me escribirá próximamente, algún día, espero.

 Ella tendrá labios y piel, un rostro,

y yo aprenderé su idioma lo más pronto posible,
para evitar que se nos caigan de continuo, las cosas de las manos.

Todavía un poco nerviosos, nos dejaremos fulminar más tarde, por la energía primordial que lo envuelve todo.







jueves, 24 de marzo de 2016

Hace un día tan bueno que me salvaré por los pelos

Hace un día tan bueno que me salvaré por los pelos.


Me salvaré de los metamagos,
que proyectan zonas de sombra, y hacen desaparecer y convierten en apariencia las realidades.

Saldré a la calle un instante antes de que el piso se desintegre,
y regresaré,
para encontrar que todo permanece en su sitio, exactamente,

desordenado, como siempre










sábado, 19 de marzo de 2016

Podríamos ser leves

Podríamos ser leves
si encontráramos el cajón donde se esconde el tiempo futuro,
Mi señora,
esa plácida pendiente ligera; la cuesta abajo.

Y sin embargo la gravedad se impone,
la atmósfera pesa demasiado,
esa manía de ser deseado a todas horas, para morir,

y arrastramos grandes pesos, hombres horribles, cuerpos cansados,
a través de la cuesta arriba que se multiplica  y nos rodea por todos los lados.

jueves, 17 de marzo de 2016

Carta a las chicas cibernéticas

Escribo cartas a las chicas cibernéticas, 

pero como saberlo.

Cómo saber si fueron vistas durante un instante, o murieron inmediatamente,
o si andan todavía perdidas entre la niebla,

si fueron leídas por mujeres robots, luminosas,
si eran de carne, si tenían ojos,
esencia,
si ya están muertas y llegaron tarde, o demasiado pronto.

Me pregunto quién eran, si tenían historia, pero como saberlo,

extraña sensación de ensueño y espera.

Cosas de la vida cotidiana

Quemar la casa y encaminarme hacia la frontera del pánico
donde mis palabras podrán retornar afiladas.

Guardar mi viejo traje de amianto, planchado,
ignífugo,

a un solo paso de quedar fulminado por tu mirada.

lunes, 14 de marzo de 2016

La palabra prohibida

Parecen poseidos como por el diablo, atrapados por algo
que resuena por dentro y agita sus cuerpos,

que permanece allí y jamás desaparece.

Su nombre, prohibido,
y sin embargo, resurge continuamente,

en el arroyo, entre la fabril cantinela de la máquina,
en el paso del caminante.

Quisieron matarla ocultando su nombre,
prendiendo fuego a su cuerpo
y a sus notas, que ahora ya nadie entiende.

Y cuando menos lo esperas, aparece por dentro,
entre los vivos.


viernes, 11 de marzo de 2016

Museo de Nuestra Señora

Que no existas no significa que no pueda rendirte culto,
que no construya templos de puertas abiertas, donde todos estén invitados.

Te escribo un museo, todavía pequeño,
donde quemo el incienso en tu nombre,

donde archivo tus formas múltiples,
tu voz tumultuosa,
tus obras futuras.

Un diminuto museo que por si avatares de la vida y el atrevimiento, no es sublime,
quizá simplemente pueda ser algún día corriente y maravilloso.





El hombre que pasó un millón de años dormido

Algo parecido a la inmortalidad.

Se echó la siesta y durmió durante algún tiempo,
un millón de años, quizá.

Un millón de años, mientras el imperio se quebraba
y los cuerpos caían libremente desde el cielo.

Días sin magdalenas en el supermercado,
sin enanos roncos tocando la guitarra un domingo en el parque,
sin plácidos encuentros amables,

solo una brecha enorme.


 y mientras tanto él durmiendo,
en su cómodo universo cálido y nútrido,
soñando tranquilo delirantes cuentos,
como si el universo nunca fuera a morir.


jueves, 3 de marzo de 2016

Reconversión de las líneas de alta tensión

No, no tiréis las torres de alta tensión el día que caigan en desuso,

pues las gentes de futuro
descenderán como en tirolina por sus cables,

recorriendo el Gran Mandril de beso en beso,
de obra en obra,

materializando el sueño fantástico,

dejando caer de sus manos pequeños mundos a boleo
desde lo alto

para que crezcan las cosas.