jueves, 26 de marzo de 2015

No eres un suceso mágico

Sin embargo, aparecerás cuando muchos de nosotros
pensemos en ti.

Reparto estampitas con tu retrato y tu nombre
para quién deseé construir con sus manos el milagro,

para que lo inevitable suceda cuanto antes.

miércoles, 25 de marzo de 2015

martes, 24 de marzo de 2015

A veces, tiembla la tierra

No son un fenómeno meteorológico.

Son gigantescos,
pero me gusta imaginar su insignificancia,
que todo es una trampa del microscopio.

Y sin embargo no les tengo miedo.
No sé por qué.
Quizá aprendieron a usar la máscara, y parecen bellos,
pero algún día se ensañarán conmigo y destrozarán mi cuerpo.

Y me digo,
para continuar la vida,
que en el mundo hay más cosas que los ácaros gigantes
que interrumpen mis sueños.

lunes, 23 de marzo de 2015

Hay una conjura para que no aparezcas nunca

Cómo verte, si voy dormido en el metro.
Si al abrir la puerta del piso caigo derrotado,
cómo ver tu rostro, mi amor.

Cierro los ojos, y en vez de mi Señora,
se me aparece un ácaro gigante en mitad del insomnio.

jueves, 19 de marzo de 2015

Primavera

Recoges las primeras flores
y otro recolecta los primeros sarpullidos de la primavera,

alguien habla alto y claro en la asamblea,
otro oculta su voz entre las tumultuosas timideces,

Nos asustamos ante las fantasmagorías,

el ilusionista, ríe.





¿Qué sucesos hay detrás de los sucesos?

¿Qué se esconde detrás de un gesto,
de la acción al pulsar el interruptor,
qué desencadena una matanza de niños?

Juego a mirar el mundo desde otra perspectiva. Por ejemplo,

No es un hombre que tala el árbol,
sino un hombre que se corta a sí mismo.

¿Cómo sabes que no soy un robot?

¿Cómo sabes que no soy un robot,
qué no tengo mis frases programadas,
qué todos y cada uno de mis movimientos no están teledirigidos?

Busco la vitalidad, sí, en los alimentos y en la electricidad,
en los rayos del Sol de la mañana,
en la tensión sexual,
en el vino y en los libros, como si fuera una orden.

Dímelo al oído,

que no se entere nadie
si la respuesta fuera terrible.




lunes, 9 de marzo de 2015

En el trabajo

Cómo hacer para que el día se convierta en especial,
para acabar con la rutina o los enfados,

o esas noches de insomnio.

Uno rebusca en el empoderamiento,
en el llevarse bien,
en trasladar las cosas del exterior a dentro,
para que el paso del tiempo no empuje nuestra mirada hacia la tierra.

Evadirme con el pensamiento.

Imaginarme quemando los puentes, sin posibilidad de volver.




domingo, 8 de marzo de 2015

En el parque

Pasar la mañana en uno de los últimos reductos del socialismo
que todavía no ha sido cercado.

Ningún empleado precarizado a la entrada, exigiendo el pago,
ni la sombra de financiero alguno planeando sobre los niños del futuro, todavía.

Las gentes parecen felices en el parque, quizá lo sean.

Es extraño, ¿no decía el periódico que había fracasado?




martes, 3 de marzo de 2015

Roguemos a Nuestra Señora

Solo hay una manera de que el mar se calme,
de que las aguas turbulentas cesen,
de que las enormes corrientes dejen de arrastrarnos,
siempre.

Roguemos a Nuestra Señora de las siete mil millones de caras.

Aparece entre las nubes, burbujeante,
con paso leve, desde el infierno,
de algún recuerdo olvidado,
del futuro, si es que todavía estamos vivos.

Para que el mar se calme, en el inicio del primer día de nuestras vidas.



El primer día de mi vida

Cuantas veces habré dicho "¡Hoy es el primer día de mi vida!"

Uno aparta el edredón de hojarasca, con ímpetu,
seguro de que el invierno se está yendo.

Me asomo a la puerta del mundo
y un torrente enorme me arrastra,

como a todos.















lunes, 2 de marzo de 2015

Convertirme en arte

Convertirme en arte para escapar
del eterno retorno,

del trabajo garantizado.

Convertirme en arte,
en una exposición temporal, más tarde permanente.

Ser parte de la colección.

Caer en el abismo del sótano,
de los fondos,

en la negrura del museo, donde jamás se es visto.

Reproduciéndome a mí mismo,
como un loco.










El mundo eléctrico futuro

Si en el futuro los hombres son eléctricos y obtienen la energía del aire,
nunca tendrán hambre.

Nadie apartará la mirada,
salvo réplicas mías, perdidas en el mañana, asombrándose del mundo.

Los bosques repoblarán la tierra,


y el último esclavo habrá muerto, hace muchos años.






Cuando yo era zurdo

En los tiempo del brazo roto
nunca tenía sueño durante el día. 

Leía libros al Sol, 
escribía obras de teatro y quedaba con los amigos.

Me dormía a las doce en punto, como en un milagro.