domingo, 30 de abril de 2017

Un arma cargada de futuro

Uno a uno fueron cayendo por los disparos.

El primero se desplomó en parque,
el segundo en el estarbucks,
el otro murió en su cuarto.

Es una metáfora, desde luego,
pero desde que apareció reluciente y metalizado el futuro

pablo se ha ido quebrando.

Cuarto día en el gran bosque del paraíso

Cómo saber si me encuentro en el paraíso o en el sueño.
La penumbra lo cubre todo.

Fui en busca del amor,  recorriendo un planeta inflado,
cien veces más grande.

Me despedí de mis amigos y me adentre en el bosque.
Sentí los pasos a mi espalda
de la soledad y la melancolía, que me seguían.

Me emborraché con el sileno.

De repente me acordé de los zombis,
¿dónde están ahora?

¿Pudiera ser que se hicieran fuertes en el centro comercial
el día en el que ocurrió todo,

o pululan por el paraíso como almas en pena?












sábado, 29 de abril de 2017

Puedo ver el futuro

Todo lo que me ocurre es porque puedo ver el futuro.
Tiene forma de rayo, y se me clava, dejándome varios días aturdido,
a veces meses,
a veces años.

Al contrario de lo que muchos piensan,
el futuro no llega de un tiempo lejano, sino de un cuerpo,
de una boca.
Ayer estuve hablando contigo, y de repente se me cayó el mundo de las manos.
Quedé atravesado.

Cómo no iba a asustarme.

A veces el futuro aparece en un libro,
en un rostro inesperado, pero no siempre se cumple a sí mismo.

No es una profecía.
más bien se presenta como una posibilidad.

Y se desvanece un día, de la misma manera que llega.
Inesperadamente.

Quizá se aleje por los obstáculos que yo mismo voy dejando a su paso.
El temor de caer en él.
De ser devorado.

Y si embargo, lo voy buscando.





viernes, 28 de abril de 2017

Conversaciones con un Sileno

Abre los ojos, diminutos, entre la masa viscosa.

Quiere levantarse, pero cae de nuevo al suelo.
Tiembla el bosque.
Se sostiene apoyado sobre mi cabeza.
Soy su báculo y él un gigante.

Caminamos algunos metros, pero se tambalea.

 "Oiga joven"- Me ha dicho.
"Lo mejor para el hombre es no nacer,
y si lo hiciera,
debe morir lo más pronto posible"

Es mortal, como demuestran las tumbas halladas
tanto en Pérgamo como en las tierras de los hebreos, de otros como él.

- "¿Todo quedará a medias?"
- "No, ni siquiera habrá comenzado".

 "Anda lárgate, llévate el vino.
Y no olvides dar mil vueltas a este planeta cien veces más grande
en busca del amor.
Observa el cielo, ¿ves la espada?
El cualquier momento caerá sobre ti"





 












Tercera noche en el inmenso bosque del paraíso

Debe tener al menos diez mil años.

Duerme la mona a los pies de un enorme castaño.
Es viejo y gordo.
Nunca vi nada semejante.

Respira con dificultad.
Es lo que tiene el paraíso, que no existe el salbutamol
u otro inhalador.

¿De dónde ha salido esta fabulosa criatura?

.





Tiembla el mundo

Tiembla el mundo, pero nadie lo sabe más que yo.

Desde la cumbre lo veo claramente:

Un día en la yerba
a la sombre de un árbol hipoalergénico del parque
mientras tomo notas para un próximo libro.

Él entra en escena, con su arma cargada del futuro
y me pega cuatro tiros.

Sólo veo una sombra.
Un rostro oculto por el contraluz.
Sin cara, sin gesto, sin alma, aprieta el gatillo.
Los dispararos resuenan por todo el globo.
Los paseantes se arremolinan alrededor de mi cuerpo, aplauden.

El asesino se despide con un lacónico "No es personal".

Y yo mientras, me voy muriendo.





jueves, 27 de abril de 2017

Segundo día en el inmenso bosque del paraíso

Como si el planeta se hubiera inflado
y las distancias se multiplicaran por diez, o cien,
quién sabe.

Llevo dos días sin ver a  nadie.
Ya os lo digo yo,
creo que el bosque del paraíso es infinito.

¿Qué ocurrirá cuando llegue a su centro?

Sigo oyendo pisadas tras de mí.
Al principio pensaba que era la soledad
o la melancolía las que me seguían.
Ya lo saben ustedes.
Estamos atados a ellas de por vida.

Es imposible alejarse,
estarán conmigo hasta el mismo día de la muerte.
Serán los últimos rostros que vea antes de morir.

Y sin embargo, esas pisadas son graves.
Pesan.
Caen.
Como de una enorme bestia
que me acecha sin rubor ni sigilo.











miércoles, 26 de abril de 2017

Mandril en el año 2017

Pudiera ocurrir que las cosas volvieran a su ser,

que las cabras tiren hacia el monte,
y los árboles, por mucho que los podemos
se yergan hacia el sol rebrotando.

Que el terror gris por un tiempo, quizá milenios, gane,
pero en seguida, en cuanto puedan,  los campos yermos reverdezcan
y el rio continúe su verdadero cauce.

Hay veces que las cosas cambian solas,
sin forzarlas.
Los niños caen del árbol,
germinando,
dando frutos pasado un tiempo,
breve,
entre la enormidad de lo inconmensurable.

Como una idea,
un pie en un zapato ajeno,
un invento llegado diez, cien, miel años antes de tiempo.

Hasta que llega su hora.

El pie encaja en el zapato, está construido a medida,
y es del color y gusto deseado,
y el invento ya no queda olvidado en aquel cajón ajeno,
pues el mundo lo estaba esperando.




martes, 25 de abril de 2017

Primer día en el interior del bosque

Este bosque es eterno, ni siquiera tiene fin.
Todavía no ha llegado el hombre, 
quizá nunca llegue.

Mientras las bayas silvestres se repueblen
y los manzanos se ofrezcan por doquier, 
quizá el hombre se quede en su juego amable
investigando los agradables placeres,

sin la necesidad de iniciar el fin del mundo.

Estoy cansado.
Es mi primer día buscando en la penumbra,
y ya siento los pasos de la soledad aproximándose a mi espalda.

Me vuelvo 

pero no hay nada.




Recordatorio

Ustedes ya saben que hay un millón de poetas en el mundo.
Ni uno más, ni uno menos,

de piel verde y delicada.

Ustedes deberían saber a estas alturas que nacieron sin atributos,
sin sexo,
a salvo de los flujos que irradia el cosmos
y el deseo.

Ustedes conocen su nombre,
sus cuerpos,
y esa mirada que observa las cuevas del microbio
y esos labios
que nos hablan y dicen

que son los ojos de dios.

Ustedes, claro, ya conocen su historia,
brotando de la nada, sin apellidos,
llenando estadios y periódicos

¿Acaso no fueron entrevistados por el propio Johnny Carson?

Subieron a la montaña, a la cumbre más alta,
con su mochila cargada de palabras,

y entonces ocurrió:

sintieron un instante de miedo.
Como si tan sólo ellos percibieran que temblaba el mundo. 











Poesía nocturna

Supongamos que la noche es eterna,
que las plantas se mustian
y la humanidad se seca,

que los murciélagos sobrevuelan el mundo
enloquecidos por el cri cri de grillos inmensos
que dominan el mundo,

que los topos brotan de la tierra,

que las luciérnagas se apagan como velas.

Supón que los durmientes despiertan.






lunes, 24 de abril de 2017

Hacia una bandera fantástica

De momento es pura fantasía,
y sin embargo, tiene bien ancladas sus raíces en la realidad.
Quizá en esta no, sí en la otra.

Me dirijo a MNRS con mi bandera transparente, incolora.
De momento es sólo arte, el refugio de todo futuro.

Creo en la transparencia democrática
y en el blindaje de la intimidad ciudadana.
Sin embargo, los despachos de aquellos que ocupan un peldaño más que usted,
deberán ser de un cristal claro,
para que puedan verse a kilómetros de distancia, 
de tal manera, que les resulte imposible maniobrar contra usted
u ocultarse tras el velo, a tus espaldas,
o comerse un niño frito.

Con una bandera transparente que habla sola.
¿que se esconde tras ella?
Nada.

Tras ella solo encontramos la realidad.

Es la estética democrática futura
que duerme en los estantes del ensueño,
o encerrada en el museo.
Una declaración de intenciones, esto es:

El mundo de Zamiátin, pero exactamente al revés,

y sin embargo, ya es posible hacerlo real en cualquier momento.


jueves, 20 de abril de 2017

Método para la lectura de poesía

Confieso que te busco entre los anaqueles de la biblioteca pública,
en uno de esos libros de poesía Hiperión,

y resulta que siempre eres una mujer.

Te escojo por tu fotografía.
Observo tu rostro.

Quizá busque en tu lectura una probabilidad
por muy ínfima que sea,
donde lo imaginario pueda desbordarse de su marco,
y hacerse real,
esto es, ese lugar intermedio donde se suele aglutinar lo posible.

Entonces la lectura se convierte en juego,
donde tus palabras, es seguro, que me van a atravesar.


Carta de una chica a Pablo


Qué le voy a hacer si usted me gusta, ¿negarlo?
Me llena de placer verle ensimismado por un pedacito de otoño cayendo de los cielos,
y al mismo tiempo me entristece.
Usted dice que soy marrón, pero se comporta como si yo fuera de cristal.
Usted dice que el verde es una alambrada, un espantapájaros,
diseñado contra el amor,
y sin embargo, menuda paradoja,
es precisamente tu color el que me atrae.

Y me apena, por supuesto, que usted me evite,
porque lo que yo quiero es meterme en su cama.

¿Y qué me importa a mí que usted pasara más de media vida
flotando en líquido amniótico?

Eso no te hace peor, sino delicadamente frágil y conmovedor.








Una chica se enamora de Pablo

Cómo es posible que usted me quiera,
que me busque con tanto ahinco,
cuando lo único que me interesa es una mera hoja cayendo del árbol.

No la comprendo la verdad.
Es cierto que su cuerpo es delicioso. Me recuerda a un bollo de crema.
Incluso hay días, después de nuestros paseos,
que he llegado a creer que sentía los apetitos de la vida.

Por un instante, es cierto, olvidé que no tenía sexo,
y estuve a tan sólo un milímetro de besarla,
pero insisto,
cómo íbamos a querernos.
Yo soy verde y usted marrón.

¿Pero usted me quiere o quiere a mi sombra,
a esta pequeña gracia que se me ha concedido al nacer?


Atravesar el paraíso de costa a costa

Me voy de estas agradables tierras de los Carabancheles
para ir en tu busca.
No sé qué mosca me ha picado para querer abandonarlo todo.
Quizá sea el temor a que desaparezcas de mi vida para siempre,
que seas sólo eso, un mero recuerdo,

que mueras,

qué son los recuerdos sino los muertos.

O simplemente sea el afán de aventura.

Eso es lo precioso del paraíso, que la existencia está resuelta,
y sólo tenemos que dedicarnos a la vida,
a los pequeños placeres y a las grandes gestas.

Moloch ha muerto, celebrémoslo.

No sé a dónde tengo que dirigirme,
ni siquiera hay caminos o sendas.

Desciendo el rio.

Saludo a lo lejos a mis amigos que juegan,

siempre entretenidos con los placeres divinos.

Y me adentro en la selva,
en el espeso bosque desconocido,
donde han comenzado a despertar los nuevos mitos.

















En el paraíso no existe el teléfono

 Todas las lineas han sido cortadas.

Quizá con señales de humo, me vieras,
pero ni siquiera sé hacer un fuego si no es con cerillas,
y estas han sido borradas de la faz de la Tierra.

¿Cómo hablar contigo, entonces?
¿Cómo encontrarte?

Debería abandonar este Carabanchel desbordado de vida
y atravesar lo ignoto hacia un destino incierto.

Mis amigos insisten en que me quede,
que me contente con cualquier otra mujer, pero ninguna es usted.

Como en un juego, ir en tu busca en este inmenso pajar.
Quizá si diera mil vueltas, un millón,
rompiendo todas las reglas de lo probable
pudiera encontrarte.











miércoles, 19 de abril de 2017

Algunas cosas de las que doy fe

Que estamos vivos,  y que por lo tanto,
somos seres temporales.

Que es un goce y una virtud saber pasar el día solitariamente,
y disfrutar de ello como en un juego,
sin que te atraviesen las brumas de la melancolía que recorren Madrid de costa a costa,
pero y aun así,
es mejor ir al encuentro con el otro.

Digámoslo claro: con los otros todo es mucho más divertido,
aunque a veces es imposible soslayar que se nos conviertan en manantial de dolor indómito.

Doy fe de una existencia instantánea de brevedad aterradora.
Que debemos guardar algunas de nuestras palabras en una botella
y lanzarlas al cosmos.
Tallar un retrato nuestro en granito, para que los del futuro,
eviten tropezar de nuevo
y caer en los mismos sollozos.

Que la vida debe ser construida
más bien como un leve y agradable descenso hacia la nada,

en vez de una fatigosa cuesta arriba donde caer a medio camino, exhaustos y rotos.







lunes, 17 de abril de 2017

Respuesta de Pablo en lo referido al color verde

De qué color son los conceptos,

¿es verde, la poesía?

De qué color son los esclavos, 
¿son negros cómo la muerte?

¿Por qué usted es marrón?
¿Por qué  no tiene sabor el color?

Me gustaría lamerle la mejilla, si me deja,
para conocer el color de su sabor.




Preguntas en cuanto al color verde de los poetas.

Me pregunto el por qué naciste de color verde,
en vez de marrón, como todos los demás.

Será que eres de clorofila,
qué traes oxígeno cuando llega el Sol.

O eres verde para ser visto a lo lejos,
para aproximarnos a ti,

sin necesidad de un sólo gesto.










Un paseo por el paraíso

Hay días que estoy más tímido.

He cubierto mi cuerpo con hojas de parra, y no sé por qué.
Paso las horas a la orilla de un delicioso estanque
apartado en el bosque,

como que esperando que suceda algo.

Hay días que se cubre el verde y las aguas de bruma,
como un velo,
tras el cual, se encuentra usted, sin duda,
como una fantasmagoría.














Propósitos para 2017 (3): chicas.

 Hay un misterio en torno a los propósitos.

A veces ocurre que al anunciarlos, se tornan reales,
otras, se desvanecen.

A veces creo que es mejor construir una figurilla de arcilla,
con las formas de tu cuerpo
y sus velas nocturnas,

otras,
entrar directamente en acción,

aunque sea sin aire,
con la voz quebrada,
y mis manos, torpemente, temblando,
dejándolo caer todo,

y temiendo
que un inesperado movimiento
se arruine el juego.






En este mundo existen, también, las cosas buenas

La llegada de un mensajero con una misteriosa carta.

En este caso, la tradición ordena matarle
y quemar el correo,
no sea que anuncie el inicio de una guerra termonuclear. 

Pero yo amo a los mensajeros,
 ¿cómo iba a apuñalarle al pobre?

Me despedí con dos besos y abrí la carta,

de ella,

que me saluda desde lo lejos.


¿Y si fuera tan sólo ese gesto
lo que equilibra las fuerzas del universo?



domingo, 16 de abril de 2017

Poesía escrita en mi curre de friegaplatos (7)

Algunos pasos que dar:

dar testimonio de lo que fue,
de lo que es,
de lo que será.

Escribir un programa de la cocina futura,
pública,
democrática.

Reducir el número de jefes, reducir la jornada, dar la bienvenida a Nuestra Señora,
la de la Renta Incondicional
traer de vuelta el gusto y los placeres,

saludar al campesino próximo,  que ha de cultivarse, aquí,
no en Magadascar,
en tierra fértil y con sueldo digno,

Traer de nuevo el color y el sabor.

Elevarse algunos centímetros sobre el suelo.
No apartar jamás la mirada.

Instalar una biblioteca.
Experimentar.
Trabajar en un placentero estado de flujo.
Sustituir el principio de la realidad actual, por otro más amable y dulce.

Por decir algo.
 













Cosas que dijo Pablo en el Show de Carson

- ¿Qué recuerdas de tu infancia?

- No recuerdo nada, quizá que era agradable y templada,

que abría los ojos y los cerraba,
que el mundo se ocultaba,
que unos cuerpos me observaban,

que tras el cristal la realidad se sucedía  a sí misma,
a gran velocidad.

Y yo flotaba.

como si nunca pasara nada.














Pablo en el show de Carson

Nace con 48 años, totalmente criado,
sin traumas de la infancia
o desagradables recuerdos de hombres y mujeres pasados.

Se asoma desde lo alto de la probeta
y saluda al público.
Llega a este mundo en medio del éxito,
recitando en inmensos estadios.

En prime time, en la NBC,
en el Show de Johnny Carson.

Canta un breve poema en directo,
entre risas,
cubierto de millones de aplausos.









Año 1 en el Paraíso

Creo que es tiempo de construir un nuevo calendario,
aunque en el paraíso parece que el tiempo se hubiera detenido.

Muchos de los que añoran el pasado pronto se convertirán en viejos,
o serán golpeados severamente por las demencias.
En cuanto mueran, el pasado habrá dejado de existir.

No sé si ha llegado el tiempo de olvidar,
pero lo cierto, es que no queda ni un sólo documento escrito del mundo pasado, 
como si hubiera sido un sueño para algunos,
para otros, una pesadilla.

Pero ahora que todavía estamos vivos, que todavía tenemos recuerdos,
quizá sea el momento de construir la primera biblioteca.

Escritos en tablillas de arcilla, o en papel, si es que somos capaces de inventarlo,
Comenzar la historia de nuevo, pero delicadamente, con mucho cuidado,

antes de que los nacidos, se vayan de este mundo sin  memoria alguna.

sábado, 15 de abril de 2017

Lanzando el mundo hacia el futuro

Ganas de coger el mundo con mis manos
y lanzarlo más allá de su órbita,

hacia algún sistema nuevo, por delante de su tiempo, a tal velocidad,
que atrás queden las pequeñas miserias,
el desasosiego y la angustia,

muy lejos de los agravios de toda clase de pobrezas.

Reacciones del público ante la poesía de Pablo

 1.

En el origen de la creación,
el día en el que se abrieron las puertas del laboratorio
y Pablo entró en el mundo,

leyó su primer poema

como en una improvisada conferencia de prensa.

Los niños le querían,
y no había país en el mundo que no dispusiera al menos de un pablo.

Era una cuestión de Estado.


2.


Leer, lo que se dice leer, el publico no leía poemas,
pero al menos compraba sus libros.

Al principio,
durante la novedad,
antes que hubiese un millón de pablos, justos, ni uno más ni uno menos en el mundo,
gozó de cierto éxito.

Pins con su rostro en la solapa,
aviones recorriendo la playa con hermosos lemas a su espalda
lanzando pelotas hinchables con poemas escritos
como maná caído del cielo.

La poesía estaba de moda.


3.



Al publico le gustaba.

Iba a sus recitales, como a misa, a estadios de fútbol,
enormes,
después a pequeños bares.

A veces a diminutas plazas,
donde el poeta equilibrista
subido sobre las precarias cajas vacías de plástico del supermercado

 lanzaba al aire sus versos,
a 365 kilómetros por segundo,

pero tras los primeros metros veinte metros,
sus palabras caían al suelo.













viernes, 14 de abril de 2017

Poesía de ciencia ficción

El tiempo no sólo se ha detenido, sino que se duplica.

Será porque usted llegó a mi vida descendiendo en piragua
por las plácidas pero inquietas circunvalaciones de mi cerebro,
creando nuevas rutas jamás transitadas.

Que usted me liberó del trabajo forzado, no cabe duda alguna.
Los antiguos esclavos sabemos reconocer el aire fresco en cuanto llega,
si no, jamás podría escribirla poemas de ciencia ficción.

Me inclino, por si usted quisiera venir conmigo,
viajar al país del goce estético
a salvo de la vejez y las demencias,
ese lugar donde se ha quebrado el círculo de la necesidad.

Morir no es una actividad atractiva,
ni siquiera es una actividad,

pero quizá allí merezca la pena
después de haber satisfecho plenamente la vida.



jueves, 13 de abril de 2017

Hay algo de futuro en Pablo

Mírale, es perfecto.

Viviría en un angosto y oscuro pozo,
con cierta alegría,
si la alta ingeniería se lo exigiera.
Allí, donde él solo cabe,
satisfecho,
encantado con el Sol del mediodía
que regala un rayo al interior de lo oscuro
y le anuncia la tarea:

¡Es hora de la producción poética!

Unos dicen que vive en la desdicha,
otros, que se ha acostumbrado a la melancolía,

que desconoce cualquier otra cosa.

Aunque a mí resulta difícil creer que el más verde,
el más Pablo,
se repueble a sí mismo en las miasmas de la tristeza.


Hay días en los que nada ocurre en el paraíso

Nada ocurre en este día calmo.

Me dejo atravesar por los flujos del cosmos,
aunque algo de miedo tengo.

Escribo  palabras deliciosas en la tierra
que inmediatamente borro,

delicadamente,

y cierro mis ojos.



Menos mal.

Así es todo mucho más fácil.

A salvo de caer bajo el mandato de los vaivenes de la bioquímica, y de sus flujos,
en estos días de brotes primaverales.

Sin distraerme de mis investigaciones:
ya sean los autobuses fantasmales y errantes
que recorren a la deriva la ciudad,
en este juego imaginario
con el que construir un nuevo principio de la realidad
que merezca ser vivido, de verdad.

Aunque algo de pena me produce abandonar al sediciente y sensual Eros,
encerrado entre los anaqueles de la literatura y lo fantástico,
lejos de lo real,
de la temeraria y dulce flor del deseo.





Será Eros, que ha llegado con el tiempo cálido y sensual,
y se me ha metido en el cuerpo, el muy cabrón.

Y sé lo que pretende mí.
Me lleva de la mano hacia los dulces,
y me invita a comérmelos,

y a mí me apetece,

pero no son míos.

Una gran cristalera me separa,
como un escaparate.






miércoles, 12 de abril de 2017

Cosas interesantes en el paraíso

Hay algunas cosas interesantes en el paraíso.

Nuestra pobreza no tiene límites, nada poseemos,
y sin embargo,
la abundancia rebosa.

Hay teatro nocturno, contamos fábulas al caer la noche
jugando con nuestras disparatadas sombras,
y nos regalamos banquetes.

El que volaba en su jet privado,
ahora está junto a nosotros, haciendo chistes,

el pobre hombre, estigmatizado,
que moría en una perpetua noche junto a su brik de vino barato,
ha resucitado,

y la dignidad le ha sido devuelta.

Hay cosas bonitas en la nivelación.
Por ejemplo,
ha desaparecido el desasosiego,
la sensación de estar suspendidos en el aire, el temor de caer en cualquier momento.

Ahora no hay vértigo alguno.

Por primera vez, tenemos los pies en la tierra.





Pequeña reflexión sobre Pablo

¿A quién le importaban los poetas?

Parece que a nadie,
pero desde que murió el último,
sin embargo, 
es como si faltara algo en el mundo.

Por eso nació Pablo,
verde,

hijo de la ingeniería
y de una probeta enorme.

Llegó con un sólo propósito a la ciudad sin límites;

cantar a cualquiera de las cosas que parecían muertas.


(2) Una obra de arte viviente

A mis 48 años,
con la sensación de caminar siempre por una estrecha senda,
casi por el aire,

me pregunto,
a qué distancia está realmente el suelo,
qué ocurre si resbalo,
cuales serán las consecuencias si abandono a Moloch,

y qué me sucederá si me convierto en un trozo de arte
que respira y siente.








Habrá que saludar al Sol

Antes de que explote todo en mil pedazos,

antes de que las grandes limusinas negras, recorran la ciudad
anunciando con grandes altavoces su grito de guerra:

"Kill the poor,
  kill the poor"

¿O es que no tenemos todos,
la sensación permanente de vivir en la cuerda floja,

algo asustados?.

Saludo al Sol, que me mira estupefacto.


 




martes, 11 de abril de 2017

Hay otros pablos

¿Qué está ocurriendo?

Pablo, ha dejado de ser único.
Se ha visto a sí mismo, desde la ventana,

y es que Pablo tiene un millón de gemelos, repartidos por el mundo.
Todos poetas, todos de color verde,
escribiendo desde diminutas buhardillas
como bohemios decadentes,

atrapados por el placer del juego de la escritura.

-"¿Cuántos años tendrá? - Se pregunta. "¿Cuál es su nombre?"

Y se ha asustado cuando una voz ha brotado desde el mismo centro de su pecho.

-"Soy yo"- Le ha dicho.


¿Por qué hay alergias en el paraíso?

Algunos se dan baños en las aguas frías que atraviesan
lo que antaño fue la avenida de la Peseta,
y así calmar sus picores, que recorren cada milímeto de su piel, como Marat.

Otros, temen recibir una visita inesperada, con un puñal oculto.

Un puñal. En el paraíso ya no existen,
¿cómo podrían llegar de nuevo a la tierra de la abundancia?

A no ser que el pasado salga, de alguna manera,
atravesando nuestro cuerpo de dentro a afuera,
por cada uno de los poros
y quedemos cubiertos, casi monstruosamente de eczemas.

Y en seis meses, quizá,
- no estoy seguro, puesto que hemos perdido los calendarios-

el pasado se habrá ido para siempre de nosotros.



lunes, 10 de abril de 2017


Despierto.
Pronto volveré al encuentro con Moloch.

Ayer mismo estaba paseando por un bosque milenario,
releyendo algunas cartas de chicas que me gustan,
dibujando monigotes para un panfleto humorístico y político,

y ahora,
me encuentro a las mismas puertas del fin del mundo.

Nunca he visto a tanta gente lloriquear, deseando adentrarse en las brumas de la nada,

y a mí, no se me ocurre otra cosa para salvarme
que ensoñar con tus dulces.





Cien años no son nada

Cuando quiera darme cuenta, seré más joven que usted.

Habré realizado un pacto con los dioses, y ganaré el alma.
Es probable que Orfeo, Narciso y Dionisio,
gobiernen desde hoy mi vida,
al menos, desde una imaginación
que todavía no ha sido devastada por las fuerzas de lo horripilante.

Confieso, que el principio de la realidad actual, me disgusta.

El tiempo me dará la razón.
Quizá ocurra mañana o dentro de mil años,
- tanto peor para el destino de la humanidad si no sucede jamás-

Entonces, usted lo sabe, sus potencias brotarán.
No quedará atrapada durante su día libre, viendo series en la televisión,
Y su ser, enriquecido con todo tipo de vitaminas y experiencias,

será visible,
caminará erguido,
y grácil.

No volverá a mirar al suelo, si no es para levantar a un caído.

Quizá, para entonces, yo esté muerto,
pero también pudiera ocurrir que la belleza ocurra en los próximos diez minutos.









sábado, 8 de abril de 2017

Aviso de Nuestra Señora

Hijo mío, llámame,

¿no ves que me encuentro en la linde de lo posible,
 y que con tan sólo una palabra puedo atravesar el umbral que me lleva hasta a ti?

¿Qué haces a esta altura de la película, adorando a Moloch todavía?
Clamando a sus puertas,
arrodillado, lloriqueando como un niño,
para que te permita el paso.


 Y mientras tanto rechazas mi abrazo.









 





Apuntes sobre el paraíso

Nada hay de fantasía.

Llámame mentiroso, si quieres,
pero yo he vivido en el paraíso muchas veces.

¿Qué pensáis, que allí no duelen las cosas?

Lo que ocurre es que el paraíso es un lugar frágil,
una singularidad
que a la mínima perturbación se desestabiliza.

Un gesto,
una palabra en un momento inadecuado,
y de repente, los infinitos jardines,
el precioso vergel del socialismo
caen convertido en tierra yerma.

He sido expulsado y camino en círculo,
con la esperanza de volver de nuevo hacia él.

Con la promesa de ser esta vez, más delicado.












Mi primer trillón


Confieso que me importa más el número más que la productividad,
aunque a veces sea lo mismo.
Creo en la existencia de un umbral,
en un número a partir del cual, los poemas se transforman en otra cosa.

El riesgo del éxito extraño, anónimo,
donde moriré sepultado por mis propias palabras,

tras mi primer trillón de poemas.

viernes, 7 de abril de 2017

Hacia una burocracia futura


Te sentarás,
y esperarás mirando a cada lado con impaciencia,
por saber quién será él o ella.

Te has sentado aquí, y no es vano.
Algo te sucederá, y lo sabes.

Asientos dispuestos para el diálogo y el amor,
en autobuses y parques, donde se quiebra la voz
donde a uno le tiemblan las manos.




























La fuentecila de petroleo

Tenemos un pequeño manantial de negrura en Carabanchel,
que mana sin cesar petroleo.

¿Para qué nos sirve?
De momento para nada.

Quizá en el futuro nos alumbren lamparillas,
pero en el paraíso, no es preciso el futuro.








Es bueno que Pablo no tenga sexo




Amo al universo por completo,
a pesar de que trate de devorase así mismo,
amo cada minúsculo pelo de cada mujer del mundo.

Canto a la soledad, y evito aplacarla con un cuerpo que me bese.

Así no caigo en la locura, como otros hombres,
perturbados por el desamor
o cayendo en lo oscuro, por el desencuentro.

El cosmos que se agita dentro de mi, ya no me arrastrará hacia tus labios,

me deja a salvo
para la poesía.

Para la productividad estética.







Algunas poderosas palabras

Con lo fácil que es ser elegante
y yo,
en tu despedida, he dejado caer una palabra.

Usted se ha molestado,

y se ha ido, dando un portazo,
llevándose sus fotografías consigo.

El estruendo ha sido enorme, aunque nadie en Madrid lo haya oído.
Las paredes siguen en pie,  todo sigue en su sitio,
y sin embargo el edificio entero ha caído sobre mí.

He pasado el día entre los escombros,
con poco oxígeno,  y te he pedido perdón,
y mil disculpas,en vano,

antes de dejar de ser
de no existir,
pero has preferido empujarme al Tártaro,
y después,
tú misma te has lanzado al abismo

Ya sabes, el lugar donde nadie es visto.
Donde moran los muertos.












jueves, 6 de abril de 2017

Notas para un hombre futuro

Si es que estás vivo,
si te entretiene la paleontología,
si me descubres entre los sedimentos de un pasado remoto.

Si rebuscas en mis huesos,
en el bolsillo o el bolso para saber quién soy,
si quieres saber algo más que un nombre,
que una sustancia,
que un isótopo,

por ese camino sólo quedan las sombras,
quizá el testimonio de un tiempo,
un documento,

¿y el resto?
¿donde se encuentra el resto?











Petroleo en el paraíso

En los tiempos del antropoceno,
cuando existían objetos y las personas eran cosas,
había quién se entretenía apeleando negros.

Cuando llegó el nuevo mundo desapareció el fetiche,
se desvaneció el pasado y la sombra de su sombra

pero los apaleadores continuaron

aunque ya no existan contenedores nocturnos disponibles para el fuego,
ni marquesinas del autobús
esperando a fragmentarse en miles de noches de cristales rotos.

Los mismos que a la llegada el paraíso,
empujaban enormes piedras desde Carabanchel Alto a Carabanchel Bajo
por diversión.

Rocas que se abrían camino rodando por el bosque, derribando frutales,
destrozándolo todo.

Entonces ocurrió.
Sucedió que tras un golpe brutal se resintieron las entrañas,
y se abrió una puerta con lo remoto.

Y un manantial brotó, viscoso.





miércoles, 5 de abril de 2017

Pablo se mira desnudo al espejo

Esto soy.
Tengo cuerpo de hombre
pero ninguno de sus apetitos.

Yo, poeta del laboratorio,
engendrado por la química y  el deseo del retorno poético

Dejemos a los poetas muertos en su negrura.
Que no vuelvan.
Y abramos las puertas a un poeta nuevo
menos pegajoso,
e incapaz de enamorarse de usted.

Yo no siento anhelo por tu cuerpo.
Tampoco tengo sexo.

Mejor,
sin las tribulaciones de un cuerpo enloquecido por los flujos de la dopamina,
con más tiempo para celebrar el mundo,
sin poseerte,
poseyéndolo todo .






Cuaderno de notas para ser feliz o el abecedario para ser feliz. A) Llamar tu atención

A

Llamar tu atención, porque eso es la vida.
Lo contrario es estar muerto.

Paso la existencia agitando los brazos para ser visto,
para que me veas.

Todas las melancolías vienen de eso,
de ese punto ciego donde no existo, y sin embargo respiro.

Lo terrible de la enfermedad, de la pobreza,  del desamor,
no es sólo la destrucción del yo,
sino precisamente es quedar desasistido,
fuera de tu palabra y tu mirada.

¿Cómo me vas a querer sin cuerpo
etéreo, puro aire?

Y cuando el otro me entrega sus favores
y posa su mirada en mi cuerpo o en sus aledaños,
en las cosas que me gustan o preocupan,
¿acaso no me siento poderoso,
inmortal,
donde cada una de mis células se agita,
celebrando la vida?














Pobres seres humanos, dando vueltas siempre en la noche.

Tropezando los unos con los otros,
sin verse,
y sin embargo deseando encontrarse. 

Con los ojos cerrados
oímos pisadas tras nosotros.
Sentimos la amenaza.

Son nuestros propios pasos.




lunes, 3 de abril de 2017

Cómo es el amor el erótico en el paraíso

Muchos son los que se aburren de tanto oxígeno,
de tanta fruta,
de tanto tiempo libre.

Algunos holgazanean,
otros,
se dedican al amor.

Si, surgen amores.
A veces descubro cuerpos abrazados en mitad del bosque,
durante el paseo.

Me aparto, no quisiera perturbar el juego. 

Siento cierta alegría a pesar de no ser yo el afortunado.


Es un buen motivo para salvaguardar el paraíso.





Para Pablo el día siempre es luminoso

Desde mi cuarto, asomado a un mundo de vistas preciosas.

¿No es hermoso un edificio a tan solo diez metros de mi ventana,
prueba de la voluntad de un cosmos
que transforma las cosas en pequeños e inmensos milagros?.

Nubes ennegreciendo el cielo,
el frío penetrando al hueso,
el rayo atravesando a un hombre que no lo espera.

Maravillas,
pruebas de un universo despierto,
donde siempre ocurren cosas:

soles que explotan,
niños que arrojan piedras contra las farolas,
días de playa,
dulces,
tormentas,
y un poeta, nuevo, que toma nota de todo ello.








Una estatua para el dictador Franco

Sacar tus huesos de la tumba y arrojarlos a los pies de una estatua enorme.

Inscritos en una placa una lista de agravios.

La misma democracia,
la mujer y el hombre,
los hijos de nuestros hijos,
no te olvidan.

 Allí, en el museo de los horrores, permanecerás para siempre,


a la vista de todos.





Carta a una mujer del Ártico

Cien años de diferencia de edad, no es nada,
veinte mil kilómetros, qué importan.

Que usted viva en el Ártico
y yo en una remota isla de la Polinesia,
no debería  separarnos.

Qué más da que no me quiera,
que no sienta el menor deseo por mí.

Que se haya atrevido a escribirme, sé reconocérselo.

Apenas importa que se vea a quilómetros su desgana,
que a sus palabras les falte la inercia del juego.
Usted que me escribe, claro, por algún motivo,
pero no sé muy bien el por qué,

y sin embargo se despide todos los días con un beso.







domingo, 2 de abril de 2017

Carta de un centenario a una chica de 39


Tienes treinta y nueve, y yo, ciento veintiocho.

Apenas nos separan cien años.

Se hará lo que se pueda.
Comeré semillas de lino durante el desayuno.
Y si me dejas, absorberé tu energía al amanecer.

Con el pelo revuelto,
recién despierta en el lecho,
como un bollo relleno de crema.

Y entonces, se me parará el corazón


de nuevo.












Hacia una medicina paradisíaca

Tengamos cuidado, chicos,
porque en este paraíso, somos mortales, como siempre.

Recordar a Aitor, el hijo de Sergio Estiblitz,
el que vivía en el 8C-bajo C, antes del cambio de paradigma,
el que subió al frutal centenario junto al rio en busca de la gran manzana,

el que cayó desde las alturas y se partió la crisma.

Su padre se arrodilla y se flagela,
camina sobre la zarzamora
deseando al cielo que escuche sus ruegos,

y su hijo salga del sueño. Del gran sueño.

Cuidado, chicas,
no podemos volver a los antiguos dioses.
Ya los conocemos.

Esperad, no comencéis a fabricar figurillas de barro.
Detrás del fetiche se oculta un farsante.
Un mago.

Lo que necesitamos es una medicina nueva.
No hay otro remedio.

Una medicina paradisíaca,

pero no sé como se hace.










Carta de Pablo al poeta último poeta sobre la Tierra

Prefiero escribir al musgo
antes que entretenerme con tus desdichas,

en esa gran desventura donde Moloch devoró tu vida.

Nada quiero saber de tus potencias perdidas.

Lo sé, viviste en un mundo de caníbales
donde la poesía estaba proscrita.
¿Y a mí qué?

Recuerda esto por si pudieras verme entre las ruinas.
Yo soy el vivo,
y tú,
eres el muerto.

sábado, 1 de abril de 2017

La república imaginaria de abril

Imagino cualquier cosa ahora que llega abril.

¿Será el polen
o las febrículas primaverales 
las que configuran la fantasía?

Que la diosa fortuna llama a mi puerta y acaricia mi frente
y me retira del vientre de Moloch,

 o que alguien me escribe desde otro planeta, 
un marciano,
y caigo fulminado a sus pies.

Despierto en su lecho, desnudo. Enamorado del color verde.

Y después las palabras, que van y brotan solas.

Que mis deseos comienzan a tener sus propias formas.

¿O será que lo imaginario se adentra en la realidad cambiando las cosas de sitio,
removiéndolo todo
y no hay forma de distinguir lo uno de lo otro?