Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
sábado, 13 de octubre de 2012
Un robot en la estación de la felicidad
En la estación de la felicidad
hay un robot cubierto de ceniza,
parece triste,
aunque alguien le ha dibujado una sonrisa
Si miras bajo la carcasa
descubrirás un hombre
que espera tú llegada todos los días
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