Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
No pondré más mi destino en manos de los dioses
Me acicalaré,
limpiaré el piso,
hablaré despacio, con guijarros en la boca,
leeré cuanto caiga en mis manos,
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