Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
sábado, 22 de febrero de 2014
La casa que late
Querías una casa de piedra
inmortal,
para dejar a tus niños
el día que mueras
Una casa de piedra
que se mantenga en pie
mientras todo cae, allá fuera
Y sin embargo despiertas en una casa que respira y late,
una casa que se agita en la noche del sueño,
una casa valiente y con miedo
que riegas de embeleso,
Abre sus puertas de carne
y deja que crezca
tu casa de pelos
no temas demasiado
si se le acaba el tiempo
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