Cuando llega el terremoto siempre pierdo los papeles.
Al principio
me gusta
sentir cómo el suelo se agita
es divertido
descubrir que mis vísceras tiemblan
dormir plácidamente
mecido por la tierra
o caer en el insomnio
asustado
sin saber el cuando acabará
Después me inquieto.
Los jarrones chinos caen haciéndose añicos
y se abren grietas
separándome
ese miedo a caer
a perderme en la sima abismal
Vuelan los papeles
apenas puedo comer,
se me derrama la sopa en el pantalón
Pero ese mundo ya no existe,
puedo caminar sin miedo
y cruzar la mirada contigo sin que ocurra nada
Nada pasa.
La Tierra se mantiene firme
Mantengo los papeles.
Nada cae
Si acaso la tristeza arrojándose desde los balcones
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