Tan solo han pasado tres días de mi vuelta al trabajo
y ya estoy esperando a que llegue Inmanol,
a encontrarme con Sarrionandía en los pasillos,
a huir juntos en el interior de los altavoces después del concierto
No sé a dónde llegaré,
quizá haya muerto.
Quizá los restos de mi cuerpo adolescente
se encuentre en las cunetas
Nunca me atreví a cruzar la autopista.
No sé a dónde llegaré,
si me habré hecho viejo,
si el suelo seguirá temblando,
si las vacaciones habrán dejado de existir,
si los cabrones continuarán sueltos, con grandes megáfonos asustándonos.
No sé a dónde llegaré,
quizá simplemente haya dejado de ser un cobarde.
Quizá escriba las cosas del mundo,
esas ganas de crear y dejar recuerdos por los caminos.
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