domingo, 29 de abril de 2018

Encuentro en Carabanchel

Un pequeño milagro,
una aparición imprevista. 

Me gustaría llamarlo El encuentro de los dulces.

Qué somos sino eres dulces, hambrientos de los azucares del mundo.

No ha pasado ni siquiera un minuto de la despedida,  y ya quiero descubrir lo ignoto.

Ni siquiera en mi imaginación se atisba la caída en el fracaso,
como si las palabras y lo amable fueran a construir la senda fácil,
el terreno fértil,
donde hemos de encontrarnos de nuevo, donde el pequeño milagro
se descubra con toda su crudeza, como el prodigio que esperábamos.

Maravilla por Construir, se llama.

Lo asombroso es que no siento el temor.
Como si la oscuridad del mañana hubiera languidecido y callado.

Como si ya estuviese tocado por los designios del cielo.

De pequeño nada, llamémosle por su verdadero nombre;

gigantesco.













martes, 24 de abril de 2018

El hombre que le creció una patata en la cabeza

Pudo brotar un paraíso, pero le salió una patata.

Si al menos fuera un boniato,
¿pero a donde ir con una patata?

Llevó sombrero durante cincuenta años para ocultarla.
Avergonzado.

Cuando llegó el tiempo de la hambruna,
fue de los primeros.

Perdió la cabeza.





lunes, 23 de abril de 2018

No existen islas misteriosas.

Por lo que sé, solo hay inmensos continentes tumultuosos
cubiertos por millones de fuerzas que se agitan en todos los sentidos y direcciones.

Los otros pueblan la tierra.

¿Eso es lo misterioso, lo exótico, la sorpresa?