Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
domingo, 8 de mayo de 2011
Mi silla de caer para atrás
Con mi silla de caer para atrás
siempre caigo de espaldas
y mi rompo la cabeza
y ahora tengo una grieta
por la que puedes mirar:
hay un hombre con un maletín
que se encamina hacia tí
por un mar de serrín
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