Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
martes, 8 de noviembre de 2011
Rodarán nuestras cabezas
En la última planta
desde donde uno se siente poderoso
mis jefes afilan cuchillos
¡Nos quieren cortar la cabeza!
Y todo porque han recibido
una llamada telefónica de Dios
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