el ungido,
aquel a quién esperas
para traerte la buena nueva,
los milagros.
Sé que tan solo soy un hombre de barro
petrificado
por ese terror y ese deseo de ser modelado por tus manos,
que solo soy el golem.
Escríbe "Emet" en mi frente
y que el rayo me atraviese.
Una sola palabra tuya puede abrir mis ojos
y cerrarlos.
Si me das la vida
no me encierres para siempre en un armario.