Perdemos el sentido al emborracharnos
al caer seducidos
por el rostro del joven apolíneo
que aparece en los cielos
Y sin embargo,
sabed que ese rostro tan bello
y que nos vuelve locos
es la fantasmagoría
de un enano ronco
escondido tras las cortinas
Se presenta como un dios
y solo es una ilusión
pero nos encierra en el tártaro oscuro
donde los hombres duermen
alejados de la acción
Nos teme
a pesar de que arrastramos los pies
y se nos caen los dientes
porque somos las Potencialidades
No, no somos los muertos,
somos el ojo precioso que se abre
dispuestos ya a salir a escena
como ya lo hicieron los padres de nuestros padres
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