Bien.
¿Y por qué no?
¿Por qué íbamos a dejar las instituciones en manos de
los enemigos de la poesía?
Para qué hemos nacido sino para expandir la poesía a todos los rincones de la vida.
¿Qué es Nuestra Señora, sino el dulce poema?
Altazor, se equivocaba.
Un poema, está obligado a ser.
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