Escucho la risa de los niños a través de las paredes,
pisadas,
rios que descienden hasta el mar,
monos saltando de árbol en árbol,
una aguja cayendo al suelo
Oigo voces llamándome.
Y trato de desembarazarme de las cadenas
a toda prisa
para asistir asombrado
a puertas que se abren
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