Hacía surf en calzoncillos en un mundo que se venía abajo

Vivió algún tiempo en la cresta de la ola
haciendo surf en calzoncillos
en un mundo que se venía abajo

Saltaba al vacío desde los tejados
y jamás se torcía el tobillo,
y descendía al infierno y asaltaba los cielos
como si tal cosa

Allí estaba siempre,
con su césped en la cara
y sus pompas de jabón brotando de su boca,
entregándonos risotadas
que podían escucharse
desde cualquier punto del país

hablando en público,
trayendo aire fresco,
construyendo bombas de realidad
que lanzaba contra los monstruos que se aproximaban a Mandril

Y dibujaba tebeos que leían más de seis mil millones de personas
Su umbral de estrés era inexistente,

jamás le vimos nervioso

Todo el mundo le quiso
pero ahora ya no nos importa,

ni él mismo
se acuerda quién fue