Era hoy el dia en el que me iba a catapultar al infinito,
y sin embargo estoy aquí,
caído en el suelo del gran Mandril
Ha llegado el agotamiento
dando una patada a la puerta
y un puñetazo en mi pecho
y me he derrumbado
se ha entremetido en la cabeza y en mis músculos
¿Y qué puedo hacer ahora sino dar la bienvenida a la indolencia,
al desorden y a la entropía?
Quería tener el control de mi pequeño mundo entre las manos
pero es el cuerpo el que al final tiene siempre la ultima palabra
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