Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
jueves, 28 de febrero de 2013
Llegada de la alegría a Mandril
Llegó a Mandril porque quería tener un rostro,
pero ningún ojo la mira
y atraviesa la ciudad de puntillas,
para no despertarme mientras dormía
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