Si mi existencia es lo suficientemente larga
veré esta puerta abrirse millones de veces
Entrarán las delicias y los horrores
y no sé cual de las dos me dará más miedo.
No quiero retroceder,
allí está el rincón de los hombres que ya han muerto,
que su vida pasó como en un sueño.
Nadie les vió,
nadie habló con ellos,
tenían las palabras en el bolsillo
y se marchitaron dentro
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