Todo es perfecto.
Ante el aguacero, puedo entrar en un café,
y esperar a que escampe la tormenta.
Ver a través de cristal como la gente corre para guarecerse de la lluvia,
y allí, entre el tumulto,
alguien avanza despacio,
con un carro de cartones y cables, empapado.
A cada paso se descompone y muere
Le miro bien,
y descubro que es un hombre llegado desde el futuro.
Nuestras miradas se cruzan
y nos reconocemos.
Soy yo.
Y cierro los ojos para que desaparezca inmediatamente de mi vista
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