Flotando.
Abrazada a los fideos,
apunto de ahogarse, la pobre.
¿Y quién ha de tener la culpa?
La culpa.
Los pinches, siempre los pinches.
Sin nombre, sin rostro ni espalda,
por más que duela.
De existencia efímera estuvieron un día en la Tierra y desaparecieron.
Escribieron algo en la arena de la playa
y se los llevó la marea.
Hay cucarachas en el hospital,
en la cocina, en el infierno,
en algún despacho y el cielo.
Hay una cucaracha en la sopa, abrazada a los fideos |
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