domingo, 24 de julio de 2011

Cierta sensación de irrealidad

Llegué tarde, muy tarde
con un bolso que pesaba una tonelada
y cansado por el trabajar

Habían llegado marchas de todo el estado
y el ambiente era relajado festivo emotivo

Más tarde llegó Germán
y las cervezas
y las charlas sobre lo justo y lo injusto

Más tarde empezaron a llegar los vendedores de antenas luminosas
sombreros locos
gafas de sol nocturnas
y guiris haciéndose fotos

Hasta que vino el autobús nocturno

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