Brigadas de analfabetización
recorren la noche oscura de Mandril
queman libros,
aplastan cráneos,
fabrican mentiras y las inflan
después las esparcen por altavoces pringosos
mientras leo a escondidas
a la luz de una linterna bajo de la cama
y oigo pasos
No está prohibido,
pero me miran raro.
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