A las dos de la madrugada la bicicleta chocó con un bolardo,
el guardabarros quedó destrozado
y el pedal a virulé
pero yo salvé mi tobillo
por dos milimetros
Pobre bicicleta,
que mala vida la estoy dando.
Mi bicicleta
que me lleva a las pequeñas revoluciones
y a los confines de Mandril
para tomar cervezas y descafeinados
con las chicas que me gustan
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