Llegada de la alegría a Mandril

Llegó a Mandril porque quería tener un rostro,
pero ningún ojo la mira

y atraviesa la ciudad de puntillas,
para no despertarme mientras dormía

Ya volverá la alegría

Volverá,
pero se me hace muy difícil saber que rostro tendrá


Quizá jamás se fue

¡Vuelvo a pensar en ti!

Tenía agujas clavadas por todo mi cuerpo

y clavadas en mis ojos

y solo podía permanecer flotando en una nube,

adormilado.

Nada me preocupaba,

solo quería 

enterrarme en una cárcel de edredón

Y ahora que despierto a la vida

¡Vuelvo a pensar en ti!

Un puñetazo en mi pecho

Era hoy el dia en el que me iba a catapultar al infinito,
y sin embargo estoy aquí,
caído en el suelo del gran Mandril

Ha llegado el agotamiento
dando una patada a la puerta
y un puñetazo en mi pecho

y me he derrumbado

se ha entremetido en la cabeza y en mis músculos

¿Y qué puedo hacer ahora sino dar la bienvenida a la indolencia,
al desorden y a la entropía?

Quería tener el control de mi pequeño mundo entre las manos
pero es el cuerpo el que al final tiene siempre la ultima palabra

Estudiar te hace cada día más imbécil

Mi teoría es la siguiente;

estudiar podría hacer un daño irreversible a tu ser

Te dedicas a meter cosas dentro,

palabras y minutos,

y olvidas de mezclarlas con tu ser

Pero sobre todo

encuentras que no tienes tiempo para sacar a tu ser de paseo,

-o que el ser te saque a ti-

y lo dejas ahí, entre un montón de basura que a los pocos días se desintegra,

y no ha servido para nada,

tan solo para que tu ser se haya quedado dias o años a oscuras

Escribir un poemita diario

Es un lugar en el mundo donde puedo ser un hombre,
un pequeño rincón que se me ha concedido de once a doce de la noche
al regresar a casa
para destrozar durante sesenta minutos
el punto ciego donde me encuentro

Una manzana de 1,69 cm de altura

Llegada del cielo, 

entre Andrómeda y la Gran Nube de Magallanes,
desde el mismo Gran Manzano,
ha dejado atrás millones de años luz
y se aproxima a Mandril  por una senda nueva

Las hojas de los árboles se arrojan a su paso
y las lombrices se asoman y nos dicen "¡Ya llega!"

Es una manzana
que camina decididamente
Tiene piernas
Tiene brazos,
y un bolso donde guarda un cuaderno

Cuando habla caen semillas de su boca.

Todos anuncian su llegada,
sin embargo,
la radio confirman que no es una manzana,
sino una granada con pinchos

Ha permanecido junto a las escaleras de la casa presidencial durante años
y al fin se han abierto las puertas
El presidente le ha recibido
y se han dado la mano

La manzana ha presentado su programa de máximos
y el presidente
tiene escondido un cuchillo a la espalda

Nunca más supimos de ella

Yo siempre he pensado que murió asada

El tiempo nada tiene que hacer

El tiempo podrá ganar
cuando arroja todas mis cosas
un poco más allá,
y me resulta muy complicado alcanzarlas

Se desplazan  minutos por delante
aunque hay días que consigo acariciarlas

Pero el tiempo nada tiene que hacer

Nada tiene que hacer

cuando me encuentro entretenido
pensando en ti

Hoy estamos vivos

Estamos vivos aunque no puedas vernos,

aunque me encuentre en un punto ciego,

a pesar de que nos arrinconen al mundo de los muertos

Sé que estoy vivo

aunque lleve un minutero clavado en el pecho

A pesar de que los hombres traten de asustarnos

o me cubran de lodos y cansancios,

sé que estoy vivo 

La vida cotidiana

Levántate conmigo y toma otro café
Permanece todo el día nervioso
y desaparece

yo también desapareceré

Me encontraré perdiendo el tiempo
en el sueño de los otros

Y mañana
o pasado mañana
cuando te hayas recuperado un poco del cansancio
abrirás el armario
y caerán todas las horas sobre ti

Las botas que andan solas

Todos los días descubro que alguien,

un barrio, 

una ciudad,

un bosque,

han sido aplastados por las botas que andan solas

Una linterna para el otro mundo

Me quería comprar una linterna
para alumbrar el otro mundo,
donde se encuentran las mujeres libro
y las chicas enormes
y las comunistas
que se les ha caído el bigote hace mucho tiempo

La responsabilidad es enorme
y quizá no lo saben;
abren sendas para que yo
pueda encontrar las maravillas

Iba a comprar una linterna,
pero ya no me hace falta

puedo verte desde aquí

Al otro lado del mundo

Mira lo que has hecho,
te has convertido en inmortal
y te has ido al otro lado del mundo
en tu barquita de pedales
y tu bolsa de semillas eternas

y no tengo miedo a que te pierdas,
yo tampoco lo haré,
te lo prometo

Mientras tanto me entretendré por tus sendas

y comeré tus frutos

La máquina de hacer deseos

La máquina de hacer deseos está rota
La destruí una mañana en la que esperaba recibir el carnet de hombre libre

Pero el carnet de hombre libre no llega

Durante algún tiempo,
me gustó imaginar que podría construir un hombre libre
en el salón de mi casa,
pero siempre se caía por las escaleras

Ya no pediré más deseos a los dioses
ni a la máquina de hacer deseos
ni construiré un hombre libre de pega
ni esperaré por correo un carnet que certifique que por fin soy libre

Hasta donde llegue,
me construiré yo y mis deseos

y tendré que hacerlo con los demás

o a pesar de ellos

Nos llegan noticias de que Eichmann ya no vive en Mandril

En el gran Mandril,
donde el tiempo por fin es nuestro
y los siervos han sido liberados,
Donde todo el mundo tienen su carnet de hombre libre

Donde nos reunimos en las plazas
para construir la ciudad,
donde comemos juntos
y nuestras risotadas pueden escucharse a un millón de quilómetros de distancia

Donde la dignidad brota por doquier
y el miedo ha sido sustituido por el coraje

Donde se puede decir "te quiero" a las chicas te gustan

sin que se asusten

Hacía surf en calzoncillos en un mundo que se venía abajo

Vivió algún tiempo en la cresta de la ola
haciendo surf en calzoncillos
en un mundo que se venía abajo

Saltaba al vacío desde los tejados
y jamás se torcía el tobillo,
y descendía al infierno y asaltaba los cielos
como si tal cosa

Allí estaba siempre,
con su césped en la cara
y sus pompas de jabón brotando de su boca,
entregándonos risotadas
que podían escucharse
desde cualquier punto del país

hablando en público,
trayendo aire fresco,
construyendo bombas de realidad
que lanzaba contra los monstruos que se aproximaban a Mandril

Y dibujaba tebeos que leían más de seis mil millones de personas
Su umbral de estrés era inexistente,

jamás le vimos nervioso

Todo el mundo le quiso
pero ahora ya no nos importa,

ni él mismo
se acuerda quién fue

Aquí estoy
recién llegado
a las dos de la madrugada

con mis ojos ensueño

zarandeado por el tiempo