sábado, 2 de agosto de 2014

46

Si de repente,
al cumplir cuarenta y seis
dejas de pensar,

no temas

todavía no estás  muerto

Lo que ocurre es que te encuentras paralizado
porque un enorme garabato, como una espesa niebla,
cubre ahora la ciudad como un embrollo.

Y se aproxima a ti,
y te lía y te enreda
y se te abren las puertas de los tubos angostos
ay

Y te preguntas qué eso,
ese garabato
que desciende sobre ti
y te envuelve

No lo sabes,

quizá sea la vida,
probablemente la vida.


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