martes, 17 de febrero de 2015

Vivir experiencias

Según mi propósito
debería vivir cada día un experiencia, por mínima que sea.

Fuera se suceden acontecimientos inesperados,
personas,
conciertos de jazz, 
conferencias,
conflictos, 
gentíos, 
temores,
tertulias,
amores,
desconocidos.

Allí se encuentra Nuestra Señora,
las resistencias,
unos tipos difusos envenenando las aguas,
la carcoma devorando la sanidad pública,

pero se me ha hecho tarde y ya es de noche.
Hace frío. 

Voy en busca de una manta y me enrosco.

Abro un libro.







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