Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
viernes, 26 de junio de 2015
La tempestad tiene ojos
La tempestad ahora tiene ojos.
Tiene conciencia de sí misma, de su fuerza descomunal, imparable.
En su juego, destruye ciudades enteras,
adopta formas,
crea monstruos.
Y recorre el mundo, alocadamente, en busca de sí misma, para amarse.
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