miércoles, 17 de febrero de 2016

Extracto del diario del presidente

Soñé una vez, de joven, con besarte en la boca,
pero me entretuve demasiado en los pasillos de la realpolitik,
por no decir que siempre fui un cobarde.

Pude haber sido tu novio en vez de sombra,

y ahora,

estoy firmando tu pena de muerte.

martes, 16 de febrero de 2016

Siempre hay cola para inscribirse en el registro de objetos

Para ser sillas,
mesas,
ceniceros,

y yo, que deseaba ser melodía, me han respondido que no,
que la música no es un objeto.


domingo, 14 de febrero de 2016

Si es que nacieras algún día

Si es que nacieras algún día o te convirtieras en mito,
o simplemente el legislativo pulsara el botón verde que te aprobara en feliz celebración.

Si finalmente apareces, no te olvides de mi,

que te vengo pensando desde mi juventud,
esperándote a diario, en la parada del autobús fantasma,
aquel que recorre errante y a la deriva las calles del gran Mandril,


hasta llegar a la vejez, a ese mundo horrible cubierto de demencias y enfermedades,
delicias, si es que tú me estás esperando.


viernes, 5 de febrero de 2016

Carta a Mi Señora

Las cosas son ahora como de flan,
oscilan,
podríamos si quisiéramos atravesar las paredes.

Sé que todo podría venirse abajo en cualquier momento,
y aun así tiene algo de fascinante todo este horror,

como de película, a contrarreloj, bajo la amenaza de la explosión.

Sé que jamás vendrás a salvarnos, pero cuando aparezcas,
será el signo de que otras maravillas también estarán llegando.


miércoles, 3 de febrero de 2016

A pesar de todos los peligros

Tienes poderosos enemigos y deberíamos esconderte,
pero tú no puedes permanecer oculta,

en la oscuridad siempre te desvaneces.

Entonces hazlo, sal a las calles y habla con voz alta y clara,
reparte palabras,
susurra al taxista y a los muertos, haz que se levanten.

Penetra en el parlamento como si fuera tu casa.

Que tus novios y novias guarden fotos tuyas en sus carteras.




El enemigo de la Renta Básica Incondicional

Es posible, pero es mejor que sea imposible,
que muera nada más nacer.

Dadme algo para asfixiarla, una almohada, 
que tan solo quede un rostro azul entre las sábanas,

en un trozo de sueño,
en alguna palabra de algún texto vendido al peso.

Que no quede nada de ella,
por muy hermosa, por muy de carne que sea.





¿Quién es ella?

Quién es ella, la de los finos y gruesos labios,
y la de largas barbas y suave voz y grave,
microscópica como un gigante.

Es la del futuro, que ha llegado al presente,
porque este es su tiempo, dice.

Celebremos que un día la vimos caminando por el gran Mandril,

que la vimos respirando,
con esa esperanza de que si un día se partía en dos, volvería a nacer,
multiplicada.









martes, 2 de febrero de 2016

El monstruo quiso crear un ser,
algo que le sirviera,
que arrastrara enormes piedras hasta el confín.

Y cuando apartó sus vendas
y limpió su cuerpo de fluidos y sangres,

apareció un hombre.
El gran Mandril se resquebraja, la grieta se abre.

Algunos tratan de saltar al otro lado, en vano
y caen al vacío, en silencio, y muy pocos gritan, y si lo hacen,  nadie escucha.

Y la grieta separa más el mundo, lo fragmenta,
y abajo, en lo más profundo,

aparece un rostro.