viernes, 11 de marzo de 2016

El hombre que pasó un millón de años dormido

Algo parecido a la inmortalidad.

Se echó la siesta y durmió durante algún tiempo,
un millón de años, quizá.

Un millón de años, mientras el imperio se quebraba
y los cuerpos caían libremente desde el cielo.

Días sin magdalenas en el supermercado,
sin enanos roncos tocando la guitarra un domingo en el parque,
sin plácidos encuentros amables,

solo una brecha enorme.


 y mientras tanto él durmiendo,
en su cómodo universo cálido y nútrido,
soñando tranquilo delirantes cuentos,
como si el universo nunca fuera a morir.


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