Podríamos ser leves
si encontráramos el cajón donde se esconde el tiempo futuro,
Mi señora,
esa plácida pendiente ligera; la cuesta abajo.
Y sin embargo la gravedad se impone,
la atmósfera pesa demasiado,
esa manía de ser deseado a todas horas, para morir,
y arrastramos grandes pesos, hombres horribles, cuerpos cansados,
a través de la cuesta arriba que se multiplica y nos rodea por todos los lados.
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