Vivo en una Cámara de Faraday
Un gigantesco enrejado metálico
envuelve
la vivienda social
en la que me encuentro
y mi brújula
ha perdido el norte magnético
y el móvil
ha olvidado hablar
si es que hablaba
¡y qué me importa!
a veces
descanso leve sobre el sofá,
cierro los ojos
y escucho
la respiración entrecortada
de un millón de mujeres
La brújula se ha vuelto loca
y que me importa,
si resulta que una versión
atractiva
poética
y amorosa del socialismo
está brotando
ahora mismo
en esta cápsula en la que vivo
Y no hay más remedio,
he de abrir todas las ventanas
aunque sea invierno
no solo para dejar pasar todos los desastres del mundo
sino para que se desborde un futuro posible
más allá de mi cuarto
13/2/2011
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