A los hombres y a las mujeres que llegan de otros mundos,
que arriban a mis costas,
que me entregan poemas y ensueños,
que atraviesan desiertos
que me descubren el secreto
a mi;
a un segundo,
a un instante.
Maravillado.
Me perderé para siempre en el tiempo,
y mientras tanto,
es el tiempo el que se ha muerto
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