Los cerdos aprendieron hablar español en clases nocturnas,
a escondidas,
durante un largo invierno
que parecía no tener fin.
Y a la llegada de la primavera
comenzaron a caminar orgullosos por la ciudad
Ese día tuvimos miedo,
y tuvimos miedo cuando los cerdos aprendieron a tocar la guitarra
y a seducir a nuestras mujeres
Y cuando los cerdos tuvieron el futuro entre sus manos,
quisieron ser hombres,
y cayeron,
abandonando la palabra.
Y los cerdos se separaron los unos de los otros,
y cuando volvieron a encontrarse
no parecían cerdos ni parecían hombres,
sino ricos platos en salsa
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