domingo, 18 de agosto de 2013

Kim Jong-II vive en Mandril


















Ayer se sentó junto a mi,
en el metro,
cuando volvía a la noche cansado del trabajo,
y me entregó un corazón ensangrentado

Me dijo que no murió.
Que se vino a vivir a Mandril,
y que algún día llegará a la cara oculta de la Luna

En la cara oculta de la luna
donde los lunáticos montan en bicicleta

Kim Jong-ll vive en Mandril
y se ríe solo.
Me dijo que vió doscientas estrellas cruzar el cielo
en una sola noche

Me dijo que no ha muerto,
que trató de escapar de la tragedia de la existencia,
y que vio su propio funeral por televisión.

Kim Jong-ll se ríe solo.
Se apartó del destino pero nadie lo sabe,
y aunque se ha hecho mayor
busca en el cielo la Luna

Kim Jong-ll tratará de llegar al cielo,
cuando se baje en la próxima parada.
Se ríe solo,
y abandona el vagón arrastrando los pies hacia un futuro incierto

Y yo no sé que hacer ahora,
me muero de vergüenza con su corazón sangrante entre mis manos.



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