viernes, 9 de agosto de 2013

Debí llegar demasiado pronto de la Nada

Debí llegar muy temprano de la Nada,
y decidí quedarme a vivir ciento cincuenta años en la realidad.

Pero no me dejan,
quieren que me vaya cuanto antes, junto a los míos,
y arrojarnos para siempre de la tierra de los hombres,

a nosotros, que ibamos a crear una dilicia
antes de que la Nada envolviera los instantes
con el pesado manto de la eternidad.





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