Debí llegar muy temprano de la Nada,
y decidí quedarme a vivir ciento cincuenta años en la realidad.
Pero no me dejan,
quieren que me vaya cuanto antes, junto a los míos,
y arrojarnos para siempre de la tierra de los hombres,
a nosotros, que ibamos a crear una dilicia
antes de que la Nada envolviera los instantes
con el pesado manto de la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario