Querrán matarme,
pero yo continuaré con mi silla de clavo saliente
haciéndome daño
para no olvidarme de ti,
durmiendo en el suelo,
vistiendo las mismas ropas gastadas de siempre
Entonces hablaré ante todos lllorando,
y diré lo que ya saben,
que se ha muerto el mundo
y que ya es hora de enterrarlo.
Tiraré mi vieja maleta muy lejos,
fuera de mi vista
porque ya no es el tiempo de huir
y te esperaré con mi barba blanca desempolvada.
Cuando te sientas solo
me aproximaré invisible a tu cama
y dormiré abrazado a tu lado,
y besaré tu frente para que despiertes
Y abriré las puertas de la ciudad para que entre el futuro
desbordándolo todo
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