Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
martes, 22 de octubre de 2013
El cementerio de farolas
Entonces me gustaba su luz anaranjada,
era como si la ciudad se cambiara de cara
al caer la noche
y ahora yace en la tierra
en un cementerio de farolas entre Batán y Lago
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