A veces, el amor, el sexo, la locura
surgen de los dedos
como rayos que te atraviesan,
y sin embargo la amistad está allí,
sola,
como desnuda.
Y abro el libro de Brassens,
y se levantan los aires,
y se mueve la tierra
de forma plácida,
de risas,
y sin alfiler
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