sábado, 4 de enero de 2014

Hablé contigo en calzoncillos

Y de repente,  
entraste como un fantasma dentro de casa
y me sorprendiste en calzoncillos,

durante algunos instantes no te reconocí,
estaba perplejo,
llegaste de la sección de telescopios para hablarme de chicos,
y lo único claro tras tu visita
es que apenas tenemos control sobre nuestra existencia.
Que son otros los que determinan nuestras acciones.

Por ejemplo, 
yo estaba acurrucado en la cama 
leyendo un libro sobre la comedia
cuando apareciste, 

es decir;

me pregunto si tu presencia fantasmal
habrá alterado para siempre los futuros.
 





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