Al día siguiente
supe que a ti también te dolía.
A la policía le dolió la cabeza,
y a las chicas
y a los chicos de las asambleas quincemayistas
Nos dolió a todos la cabeza
Al sindicalista amarillo,
a los infiltrados,
a los espectadores que nos miraban desde la acera,
al chino que nos seguía con decenas de cervezas en la bolsa
Un helicoptero espolvoreaba polvos blancos desde las nubes
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