lo agitas y el mundo se abre a tu paso.
Con el primer millón de euros
los dientes se mantienen blancos
No se caen jamás.
La nevera se desborda
y se recupera el tiempo perdido
sin apenas esfuerzo,
La vida parece que tenga sentido.
Crece la cabeza,
y uno ya no tiene ganas de morirse
Chasqueas lo dedos,
y la gente de acerca a servirte.
Si insistes en que guarde el primer millón de euros en mi bolsillo,
lo aceptaré.
Pero recuerda que con ese dinero
quemaré y purificaré Mandril
Yo solo quería que me enseñaras desinteresadamente como se hace el fuego
No hay comentarios:
Publicar un comentario