Siempre te estoy esperando.
Esperando a que aparezcas tras la puerta.
En la cafetería,
en un parque luminoso de primavera,
aproximándote en bicicleta,
al doblar la esquina,
en la escalera,
dormida y desconocida en un tren cualquiera.
Siempre te estoy esperando en la asamblea,
en una tarde solitaria de filmoteca
en un día de huelga
Te espero desde hace mil años
y tu siempre llegas
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