y estoy por declarar la guerra a los liberales
También se me caen los ojos de tanto estudiar
Mi enemigo se llama indolencia,
pero tengo la sensación de no descansar jamás,
y se me acumulan los trastos que me trae la vida,
y el dinero se encuentra dispuesto a amargar mis días
y a robarme el tiempo que dedico a crear el mundo
Todavía me tiemblan las manos cuando me aproximo a una mujer que me gusta,
y de vez en cuando, me veo con ocho años,
atravesando el salón de casa,
cuando todavía era feliz.
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