jueves, 23 de mayo de 2013

Una pequeña historia del corazón

He abierto el cacharro donde guardo mi corazón
y se ha puesto muy contento en cuanto me ha visto,

le espolvoreado de promesas y sueños futuros
y se los ha comido

¡Tiene tanto hambre el pobre!

Y me espera sentado sobre la mesa de estudio
mientras repaso la gramática,

y él me mira
y yo le miro

y esta no es manera de estudiar.
Se me cae el bolígrafo de las manos
y llevo más de una hora
tratando de pasar a la siguiente página



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