Me cuentas cosas que estimulan mi imaginación,
y haces que me asuste del cosmos
Y yo te digo
"Me voy corriendo a escribir"
-como en broma-
Pero rectifico, y acabo la frase asegurando:
"Me voy a cenar"
pero no tengo apetito.
Nos despedimos.
Abro la puerta de casa,
y me encuentro tan bien
que me pongo a pensar en ti
e inmediatamente me pongo a escribir
No hay comentarios:
Publicar un comentario