Abriré los ojos de entre los muertos
y me despojaré de mi nombre
y de todas esas cosas que me hacen tartamudear
Me arrancaré los últimos ropajes
de las insensibilidades,
abandonaré mi trabajo,
cuando me haya peleado ya con todos
y mis últimas heridas estén a punto de cicatrizar
Buscaré unos pantalones suaves
y me calzaré unos zapatos kilométricos,
llevaré el torso desnudo
para recibir la luz del sol,
y puedas disparar, si te apetece,
sobre mi pecho.
Moriré, si,
pero mi cuerpo seguirá caminando
durante unos meses todavía,
o años,
sin que ninguna fuerza contraria
lo pueda parar
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