jueves, 13 de junio de 2013

Resurrección y muerte en Mandril

Algún día resucitaré.
Abriré los ojos de entre los muertos
y me despojaré de mi nombre 
y de todas esas cosas que me hacen tartamudear

Me arrancaré los últimos ropajes
de las insensibilidades, 

abandonaré mi trabajo, 
cuando me haya peleado ya con todos 
y mis últimas heridas estén a punto de cicatrizar

Buscaré unos pantalones suaves
y me calzaré unos zapatos kilométricos,

llevaré el torso desnudo 
para recibir la luz del sol,
y puedas disparar, si te apetece,
sobre mi pecho. 

Moriré, si, 
pero mi cuerpo seguirá caminando
durante unos meses todavía,
o años,
sin que ninguna fuerza contraria
lo pueda parar






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